martes, 17 de diciembre de 2013

Hoy se recuerdan 183 años de la muerte del Libertador Simón Bolívar

Hoy se cumple un año más de la muerte del Padre de la Patria, el Libertador Simón Bolívar, quien falleció, en medio del proceso de disolución de la Gran Colombia, el 17 de diciembre de 1830 en la hacienda San Pedro Alejandrino, cerca de Santa Marta.
El 16 julio del pasado año, casi dos siglos después de su muerte, los restos del Libertador fueron exhumados por un grupo de expertos para investigar las causas de su muerte. En la exhumación participaron 50 científicos venezolanos, quienes trabajaron durante 19 horas para desenterrar su cadáver, que permanecía sepultado en el Panteón de los Héroes venezolanos desde el 28 de octubre de 1876.

Sobre la vida del Libertador
Cuando la Independencia de América comenzaba a pensarse con otros nombres y a iniciar su recorrido autónomo, nació en Caracas, el 24 de julio de 1783, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios. Venezuela era entonces una Capitanía General del Reino de España, en cuya población se respiraban resquemores por las diferencias de derechos existentes entre la oligarquía española dueña del poder, la clase mantuana o criolla, terratenientes en su mayoría, y los estratos bajos de pardos y esclavos.
Los mantuanos, a pesar de los privilegios que tenían, habían desarrollado un sentimiento particular del “ser americano”, que los invitaba a la rebeldía: “Estábamos (explicaría Bolívar más tarde) abstraídos y, digámoslo así, ausentes del universo en cuanto es relativo a la ciencia del gobierno y administración del Estado. Jamás éramos virreyes ni gobernadores sino por causas muy extraordinarias; arzobispos y obispos pocas veces; diplomáticos nunca; militares sólo en calidad de subalternos; nobles, sin privilegios reales; no éramos, en fin, ni magistrados ni financistas, y casi ni aun comerciantes; todo en contravención directa de nuestras instituciones”.
Ésta era, por lo demás, la clase a la cual pertenecían Juan Vicente Bolívar y Ponte, y María de la Concepción Palacios y Blanco, padres del niño Simón. Era el menor de cuatro hermanos y muy pronto se convertiría, junto a ellos, en heredero de una gran fortuna. Bolívar quedó huérfano, definitivamente, a los nueve años de edad, pasando al cuidado de su abuelo materno y posteriormente de sus tío Carlos Palacios; ellos velarían por la educación del muchacho, mientras la negra Hipólita, su esclava y nodriza, continuaría ejerciendo sus funciones de cuidado.
Entre los valles de Aragua y la ciudad de Caracas discurrió la infancia y parte de la adolescencia del joven Simón. Combinaba sus estudios en la escuela de primeras letras de la ciudad con visitas a la hacienda de la familia. Más tarde, a los quince años de edad, los territorios aragüeños cobrarían un nuevo significado en su vida cuando, por la mediación que realizara su tío Esteban, “ministro del Tribunal de la Contaduría Mayor del Reino” ante el rey Carlos IV, fuera nombrado “subteniente de Milicias de Infantería de Blancos de los Valles de Aragua”.
Mientras esto sucedía, tuvo la suerte de formarse con los mejores maestros y pensadores de la ciudad; figuraban entre ellos Andrés Bello, Guillermo Pelgrón y Simón Rodríguez. Fue este último, sin embargo, quien logró calmar por instantes el ímpetu nervioso y rebelde del niño, alojándolo como interno en su casa por orden de la Real Audiencia; lo cual sería la génesis de una gran amistad. Pero ni esto ni aquello de la milicia fueron suficientes para aquietar al muchacho, y sus tíos decidieron enviarlo a España a continuar su formación.
Estadía en Europa
Corría el año 1799 cuando Bolívar desembarcó en tierras peninsulares. En Madrid, a pesar de seguir sus estudios, el ambiente de la ciudad le seducía: frecuentaba los salones de lectura, baile y tertulia, y observaba maravillado la corte del reino desde los jardines de Aranjuez, lugar éste que evocaría en sueños delirantes en su lecho de muerte. Vestía de soldado en esos tiempos en los cuales España comenzaba a hablar de Napoleón, y así visitaba al marqués de Ustáriz, hombre culto con quien compartía largas tardes de conversación.
En una de ellas conoció a María Teresa Rodríguez del Toro, con quien se casaría el 26 de mayo de 1802 en la capilla de San José, en el palacio del duque de Frías. Mientras Bernardo Rodríguez, padre de la muchacha, decidía dar largas al compromiso, Bolívar los sigue hasta Bilbao y aprovecha para viajar a Francia: Bayona, Burdeos y París. Inmediatamente después de la boda se trasladan a Caracas y, a pesar de los resquemores que canalizaban los criollos a través de sus conspiraciones, Bolívar permanece junto a su esposa llevando una vida tranquila. Esto apenas duraría, sin embargo, pues María Teresa murió pocos días después de haberse contagiado de fiebre amarilla, en enero de 1803. Bolívar, desilusionado, decide alejarse y marcha nuevamente a Europa.
Los acontecimientos en Venezuela comenzaban a tomar aires de revuelta mientras el caraqueño Francisco de Miranda, desde Estados Unidos y las Antillas, preparaba una invasión que dibujaba la noción de Independencia. Ajeno a todo aquello, Bolívar se reúne con su suegro en Madrid, para trasladarse a París en 1804. Napoleón no tardaría en declararse emperador de Francia. Este último había organizado una clase aristócrata, hallada entre la burguesía, que se reunía en los grandes salones a los cuales asistía Bolívar en compañía de Fernando Toro y Fanny du Villars.
El todavía joven Bolívar, especie de dandy americano, se contagia poco a poco de las ideas liberales y la literatura que inspiraron la Revolución Francesa. Era un gran lector y un interlocutor bastante interesado en la política de la actualidad. En esos tiempos conoció a Alexander von Humboldt, expedicionario y gran conocedor del territorio americano, quien le habla de la madurez de las colonias para la independencia; “lo que no veo (diría Humboldt) es el hombre que pueda realizarla”.
Simón Rodríguez se hallaba en Viena; Bolívar, al enterarse, corrió en su búsqueda. Posteriormente el maestro se trasladó a París, y en compañía de Fernando Toro emprendieron un viaje cuyo destino final era Roma. Cruzaron los Alpes caminando hasta Milán, donde se detuvieron el 26 de mayo de 1805 para presenciar la coronación de Napoleón, a quien Bolívar admiraría siempre. Después Venecia, Ferrara, Bolonia, Florencia, Perusa y Roma. En esta última ciudad se produjo el llamado Juramento del Monte Sacro, en el cual, en presencia de Rodríguez y Fernando Toro, Bolívar juró “romper con las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español”.
Evidentemente, esta circunstancia no nace en Bolívar ni se produce de forma repentina. El fervor del momento y sus conversaciones con importantes intelectuales de la talla, precisamente, de su maestro, le hacen comprender la situación de América respecto a España. Bolívar se entera de las fallidas expediciones libertadoras de Francisco de Miranda en Ocumare y la Vela de Coro, y decide emprender viaje de regreso.
La gestación de un ideal
Bolívar regresó a Caracas a mediados de 1807, tras una corta estancia en Estados Unidos, para retornar a su antigua vida de hacendado. José Antonio Briceño, un vecino de tierras y fincas, le esperaba con un cerco en sus tierras; tal asunto debía resolverse cuanto antes. Las incursiones de Miranda habían incorporado entre algunos caraqueños el concepto de la emancipación; sin embargo, la gran mayoría de los criollos se conformaba con rebelarse pasivamente violando las normas que se dictaban desde España.
Bolívar ya se había incorporado a las actividades de la conspiración (en 1808 ya conspiraba) cuando estalló la revuelta el 19 de abril de 1810. Las noticias del reino anunciaban la invasión de España por parte de las tropas de Napoleón y el secuestro del rey y su hijo Fernando. La situación era propicia para que el conde de Tovar presentara al gobierno un proyecto para crear una junta de gobierno adscrita a la Audiencia de Sevilla. Los criollos demandaban participación política. En un comienzo, las autoridades se mostraron reacias al proyecto, pero, posteriormente, ante el vacío de poder que se había creado, decidieron pactar con los conspiradores. Bolívar, enterado de la situación, abrió las puertas de “la cuadra de Bolívar” para incorporarse en las reuniones. Se negó categóricamente a participar en el proyecto de la coalición; para él, debía clamarse por la emancipación absoluta.
En las vísperas del jueves santo de 1810, arribaron a la ciudad los comisionados de la nueva regencia de Cádiz, órgano que actuaría en sustitución de Fernando VII para formar nuevo gobierno. El capitán general se les unió y al día siguiente los criollos le sitiaron y le obligaron a dirigirse al cabildo. La mitología venezolana recoge de esta fecha el instante en el cual Vicente de Emparan, capitán general, se asoma en el balcón del cabildo de Caracas para interrogar al pueblo enardecido acerca de la voluntad del mismo a continuar aceptando su mando, con el clérigo José Cortés de Madariaga detrás de él haciendo señas con su dedo al pueblo para que lo negasen. Tras un rotundo “¡No!” por parte de la población, Emparan dice: “Pues yo tampoco quiero mando”. Estalló la famosa revuelta caraqueña que, sin proponérselo, daba inicio al proceso de Independencia de Venezuela. Se creó una Junta Suprema de Venezuela. Bolívar fue nombrado por ésta “Coronel de Infantería”. Le fue asignada la tarea de viajar a Londres, en compañía de Andrés Bello y Luis López Méndez, en busca de apoyo para el proyecto del nuevo gobierno.

En Londres fueron recibidos por el ministro de Asuntos Exteriores, Lord Wellesley, quien después de varias entrevistas terminó por mantenerse neutro frente a la situación. Bolívar, a pesar de ver frustrado el intento, encontró en esta coyuntura el último empujón que le faltaba para decidirse a entregar su alma y su vida por la idea de la emancipación absoluta de toda la América. La pieza clave de esta circunstancia la halló en la figura de Francisco de Miranda, ideólogo y visionario de la Independencia de América, quien ya había ideado, entre otras cosas, un proyecto para la construcción de una gran nación llamada “Colombia”. Bolívar se empapó de las ideas de este hombre y las reformuló a lo largo de una campaña que duraría veinte años.
Bolívar regresó a Caracas convencido de la misión que decidió atribuirse. Miranda no tardaría en seguirlo; su figura era algo mítica entre los criollos, tanto por el largo tiempo que pasó en el exterior como por su participación en la Independencia de Norteamérica y en la Revolución Francesa. Casi nadie lo conocía, pero Bolívar, convencido de la utilidad de este hombre para la empresa que se iniciaba, lo introdujo en la Sociedad Patriótica de Agricultura y Economía (creada en agosto de 1810). Ganados ambos a la idea de proclamar una Independencia absoluta para Venezuela, instaron a los miembros de la Sociedad a pronunciarse a favor de ello ante el Congreso Constituyente de Venezuela, reunido el 2 de marzo de 1811. Fue a propósito de ello que Bolívar dictó su primer discurso memorable: “Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana. Vacilar es perdernos”. El 5 de julio de 1811 el Congreso declaró la Independencia de Venezuela y se aprobó la Constitución Federal para los estados de Venezuela.
La primera República se perdió como consecuencia de las diferencias de criterios entre los criollos, de los resentimientos entre castas y clases sociales, y de las incursiones de Domingo Monteverde, capitán de fragata del ejército realista, en Coro, Siquisique, Carora, Trujillo, Barquisimeto, Valencia y, finalmente, Caracas. Estaba claro que una guerra civil iba a desatarse de inmediato, pues la empresa en cuestión era todo menos monolítica. Bolívar tomaría conciencia del carácter clasista de la guerra y reflexionaría sobre ello a lo largo de todas sus proclamas políticas. En esta oportunidad, sin embargo, le tocó defender la República desde Puerto Cabello. A pesar de su excelente labor política y militar en defensa del castillo, todo fue inútil; las fuerzas del otro bando eran superiores, y a ello se le sumaba la ruina causada por los terremotos ocurridos en marzo de 1812. El 25 de julio se produjo la capitulación del generalísimo Francisco de Miranda; si bien necesaria en su opinión, esta acción llenó de ira a Bolívar, quien, al enterarse de los planes de Miranda de abandonar el territorio, participó en su arresto en el puerto de La Guaira: “Yo no lo arresté para servir al rey sino para castigar a un traidor”.
La estrategia de Bolívar fue entonces huir hacia Curazao, desde donde partió a Cartagena. Su intención, arropada en el manto de un discurso deslumbrante, era encontrar apoyo en las fuerzas neogranadinas para emprender en Venezuela la reconquista de la República. “Yo soy, granadinos, un hijo de la infeliz Caracas, escapado prodigiosamente de en medio de sus ruinas físicas, y políticas”: con estas palabras prosiguió el Manifiesto de Cartagena, carta de presentación de Bolívar ante el Soberano Congreso, en el cual hace un diagnóstico de la derrota al tiempo que ofrece sus servicios al ejército de esa región. Los vecinos lo acogieron otorgándole el rango de Capitán de Barrancas.
Bolívar libró unas cuantas batallas, incluso desobedeciendo órdenes, y bajo el mismo procedimiento emprendió su arremetida hacia Venezuela. Se inició en mayo de 1813 la Campaña Admirable, gesta que consistió en la reconquista de los territorios del occidente del país y en forma simultánea los de Oriente a cargo de Santiago Mariño hasta entrar triunfalmente en Caracas en agosto del mismo año. ¡Vuelve la República! A su paso por Mérida le llamaban “el Libertador”, y con ese nombre fue ratificado por la municipalidad de Caracas, que le nombró, además, capitán general de los ejércitos de Venezuela.
La guerra de liberación
Estaba claro que la naturaleza de la guerra era cambiante, lo cual no tardaría en demostrarse nuevamente. La astucia con la cual Bolívar intentó polarizar los bandos a través del Decreto de guerra a muerte de 1813 (“Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes. [...] Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables”), no fue suficiente para mitigar las diferencias existentes entre los ejércitos de pardos y negros frente a la gesta emancipadora. La furia de los ejércitos llaneros, al mando del asturiano José Tomás Boves, obligó al éxodo de Caracas en julio de 1814. La República cae nuevamente.
Había que repensar la situación. Después de un corto pero victorioso tránsito por la Nueva Granada es nombrado general de división, y tras lograr la adhesión de Cundinamarca, capitán general de la confederación de la Nueva Granada, marcha hacia Jamaica en mayo de 1815. En Kingston se dedicó a divulgar, a través de una copiosa correspondencia con personalidades de todo el mundo, la intención de la guerra que se estaba librando en el territorio de la América meridional. Hasta entonces, el mundo sólo conocía la versión de los realistas.
De estos documentos divulgativos, el más famoso es la Carta de Jamaica. En ella reproduce el panorama de todas las luchas que se llevaban simultáneamente en América, especula acerca del futuro del territorio, y adelanta la idea de la unión colombiana. Y es que la escritura fue un capítulo importante en la vida de Bolívar. El poder que ejercía su pluma, puede decirse, le garantizó gran parte de sus triunfos. Revolucionó el estilo de la prosa haciendo de su letra el reflejo vivo de sus pasiones, pensamientos y acciones. Sus amanuenses y secretarios convenían en que los dictados del Libertador “tenían ganada la imprenta sin un soplo de corrección”. Desde el despacho de Jamaica preparaba la nueva estrategia para Venezuela.
La reconquista de Venezuela tardaría seis años en conseguirse. Las expediciones se iniciaron en Margarita, continuaron su escalada por el oriente en dirección hacia Guayana, habilitaron la navegación del Orinoco en marcha hacia los llanos y, después, por el Ande hasta Boyacá y Bogotá, y desde el occidente hasta Valencia, para sellar la independencia definitiva en Carabobo, el 24 de junio de 1821.
Fueron los tiempos de Pablo Morillo, enviado del ya liberado Fernando VII. Vencerlo fue tarea difícil, y Bolívar tuvo que emplear nuevas estrategias de adhesión: proclamó la libertad de los esclavos, ofreció tierras a cambio de lealtad militar. Obtuvo la lealtad de los ejércitos llaneros, al mando de José Antonio Páez, vitales en la liberación de esta contienda junto a un contingente importante de soldados y generales europeos, británicos fundamentalmente, quienes anhelaban unirse al Libertador. Simultáneamente, Bolívar se encargó de la reconstrucción política de la región: convocó un Congreso en Angostura en febrero de 1819, donde pronunció un célebre discurso en el cual instó a los representantes a proclamar una constitución centralista y la creación de la Gran Colombia.
El sur se encontraba en la mira de Colombia, es decir, de Bolívar. La liberación y adhesión de Quito y Guayaquil resultaba fundamental para mantener la hegemonía de Colombia en el continente. Ello fue logrado, desde el punto de vista militar, en la batalla de Pichincha, y desde el punto de vista político, por las negociaciones adelantadas por Sucre y Bolívar en la región. La jornada de Independencia, sin embargo, terminaría en Perú con las batallas de Junín y Ayacucho, en 1824.
El valor estratégico que tenía la liberación y conquista de este territorio por parte del ejército Libertador era promover la salida definitiva de los españoles del territorio americano. Pero, además, se trataba del triunfo de la ideología bolivariana republicana sobre la propuesta de construir una monarquía en los territorios del sur, defendida por la oligarquía peruana y secundada aparentemente por José de San Martín, “Libertador del Sur” y “Protector” de aquellas tierras. Ambos libertadores se reunieron en Guayaquil en julio de 1822 con el fin de tratar éste y otros asuntos relativos a la guerra. Nunca se supo de qué hablaron, pero el curso de los acontecimientos brinda la evidencia de un pacto en el cual San Martín cede. Bolívar anhelaba para el Alto Perú su reivindicación definitiva como tierra incaica frente a la devastadora clase dominante limeña. En ese territorio, después de la batalla de Ayacucho se construye una nación con el nombre de Bolívar (Bolivia). Sucre queda al mando y Bolívar regresa a rendir cuentas al Congreso colombiano; corría el año 1826.
Los meses que precedieron la muerte del Libertador en Santa Marta, en 1830, le significaron a Bolívar la evocación de la memoria de su amarga derrota política. La trayectoria desde lo alto de la cima del Chimborazo cuando Bolívar deliraba y se confundía con el “Dios de Colombia” hasta su renuncia a la presidencia de Colombia en abril de 1830, significó para Bolívar la lucha por la verdadera construcción de las naciones. Abogó en todo momento por la edificación de un Estado centralista que lograra cohesionar aquello que en virtud de la heterogeneidad racial, cultural y geográfica no resistía la perfección de una federación.
Todo fue inútil. Las pugnas caudillistas y nacionalistas vencieron y procedieron a la separación de Venezuela y Ecuador de la Gran Colombia. Recordaba a Manuelita Sáenz, su último amor y la “Libertadora” de su vida en el atentado del 25 de septiembre de 1828, en Bogotá; también evocaba otros amores y otros atentados. Lloraba la muerte de Sucre, recordaba y deliraba, y así murió, solo y defenestrado de los territorios que había libertado, en la Quinta San Pedro Alejandrino, el 17 de diciembre de 1830. En 1842 el gobierno de Venezuela decidió trasladar los restos de Bolívar, según su último deseo. Desde entonces, su legado ha devenido mito y veneración como “fundador de la patria”.

Fuente Noticia Al Día: http://noticiaaldia.com/2013/12/hoy-se-conmemoran-181-anos-de-la-muerte-del-libertador-simon-bolivar/ 

jueves, 12 de diciembre de 2013

Fotos | Hoy el Ávila cumple 55 años como parque nacional

Mira esta selección de nuestro Archivo de las imágenes más fotogénicas y emblemáticas del "pulmón de Caracas" visto desde el Centro Urbano Ambiental Simón Díaz 











La Navidad llegó de la mano de la Alcaldía Metropolitana de Caracas



Entre risas infantiles, música, regalos y la presencia de Santa Claus, este viernes la Alcaldía Metropolitana de Caracas dio la bienvenida oficial al mes más feliz del año con el encendido de su Árbol de Navidad.

300 niños de los barrios de Petare que rodean el Centro para la Educación, Cultura y Arte "Simón Díaz", disfrutaron de una gran fiesta para celebrar que en pocos días nacerá el Niño Jesús. El Alcalde Antonio Ledezma fue el encargado de encender las luces del Árbol Metropolitano, un pino de 10 metros de altura que tradicionalmente ilumina las noches caraqueñas cada diciembre.

Pequeñitos de Caucaguita, Julian Blanco, Píritu, Barrio Bolívar y 24 de Marzo compartieron junto a Santa una tarde llena de sorpresas y recibieron los regalos con amplias sonrisas en sus rostros. Papa Noel escuchó los deseos de todos los niños para Navidad y prometió volver en el 2014 con más regalos.



















miércoles, 4 de diciembre de 2013

Gran encendido de la Navidad en el Centro Urbano Ambiental Simón Díaz

El Alcalde Metropolitano Antonio Ledezma y su esposa Sra. Mitzy de Ledezma tienen el agrado de invitarte al encendido del Árbol Metropolitano de Navidad de Caracas este viernes 6 de Diciembre a las 2pm.

También tendremos Grupos Navideños de Parrandas, Corales y muchas sorpresas más.


martes, 3 de diciembre de 2013

Día Internacional de las Personas con Discapacidad 3 de diciembre

«Entre nosotros hay más de 1.000 millones de personas que viven con discapacidades. Debemos eliminar todas las barreras que dificultan la inclusión y la participación de las personas con discapacidad en la sociedad, lo que supone, entre otras cosas, modificar las actitudes que fomentan la estigmatización e institucionalizan la discriminación.»
Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas,
Día Internacional de las Personas con Discapacidad 2013

El Secretario General Ban Ki-moon, el Presidente de la Asamblea General John W. Ashe, el Secretario General Adjunto de DGACM, Tegegnework Gettu y Stevie Wonder, Mensajero de la Paz de la ONU, en la reunión de alto nivel sobre Discapacidad y Desarrollo, convocada por la Asamblea General en septiembre de 2013. Foto ONU/Amanda Voisard


Tema para 2013: Romper las barreras, abrir las puertas: por una sociedad inclusiva para todos

Mil millones de personas en el mundo con discapacidad enfrentan barreras físicas, socales, económicas y actitudes que los excluye de participar de una forma total y efectiva como miembros iguales en la sociedad. Entre los más pobres del mundo hay un número desproporcionado de estas personas y carecen de un acceso equitativo a recursos básicos, como la educación, el empleo, la atención sanitaria y también a sistemas de apoyo sociales y legales. A pesar de esta situación, la discapacidad se ha mantenido en gran medida invisible en la agenda principal de desarrollo y en sus procesos. Hoy en día, en muchas partes del mundo, la falta de conciencia y de entender que la accesibilidad es un asunto trasversal de desarrollo sigue siendo un obstáculo para progresar mediante los Objetivos de Desarrollo del Milenio y también con otras decisiones convenidas internacionales que atañen a todos.
El 23 de septiembre de 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas convocó, por primera vez una Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General sobre discapacidad y desarrollo, y adoptó un documento trascendental Documento PDF orientado a promover un desarrollo que tenga en cuenta la discapacidad y que guie los esfuerzos hacia la creación de una sociedad totalmente inclusiva hacia 2015 y después de esa fecha.
Sobre la base de este avance la conmemoración en 2013 del Día Internacional de las Personas con Discapacidad ofrece una oportunidad para impulsar la necesidad de romper barreras y abrir puertas con el fin de crear una sociedad que incluya todos.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se observa en todo el mundo cada 3 de diciembre de acuerdo a la resolución 47/3) Documento PDF de la Asamblea General adoptada el 14 de octubre de 1992, con el objetivo de llamar la atención y movilizar apoyos para aspectos clave relativos a la inclusión de personas con discapacidad en la sociedad y en el desarrollo.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Día del Escritor, 29 de Noviembre

El 29 de noviembre en conmemoración del aniversario del Natalicio de Andrés Bello, se celebra en Venezuela el Día del Escritor. Humanista y creador sublime, figura como máximo representante de la nueva civilización hispanoamericana.

La conservación del idioma castellano como un "medio providencial de comunicación"; entre los pueblos americanos, fue una de las preocupaciones fundamentales de Bello. El sabio temía que se reprodujera acá "la confusión de idiomas, dialectos y jerigonzas, el caos babilónico de la Edad Media."

Para preservar el lenguaje preparó su "Gramática de la Lengua Castellana destinada al uso de los americanos"... Amado Alonso y Pedro Henríquez Ureña coinciden en que esta obra no sólo es la mejor gramática de la lengua castellana, sino una de las mejores de los tiempos modernos en cualquier idioma.

Andres Bello

Andrés Bello ha sido calificado de sabio. Ningún adjetivo le queda mejor al gran humanista y jurisconsulto americano. Su obra es amplísima, didáctica y plena de conocimientos y sabiduría. Hijo de tres pueblos, supo amalgamar diversas ciencias y artes para brindarlas a sus discípulos, a sus contemporáneos, dejando una herencia imperecedera y valiosa.

Ningún otro hombre ha recibido más títulos que Bello. Por su fecunda labor, a través de Venezuela, su patria, Chile, su patria adoptiva, y Londres, se le puede llamar con autoridad pedagogo, poeta, diplomático, jurista, filólogo, filósofo, crítico, periodista y sociólogo.

Por la dimensión y significado de sus obras, así como por haber escrito numerosos trabajos literarios de alta calidad, en Venezuela se conmemora el Día del Escritor todos los 29 de noviembre, en homenaje a Bello.
 


jueves, 21 de noviembre de 2013

Por una Caracas productiva y emprendedora Ledezma: "Tenemos el compromiso social de rescatar a Venezuela"



El Alcalde Metropolitano de la Gran Caracas, Antonio Ledezma, asistió al encuentro "Por una Caracas productiva y emprendedora", en el cual participó junto al presidente de Fedecámaras, Jorge Roig y diversos actores que impulsan el emprendimiento en la ciudad capital, quienes firmaron un convenio que beneficia a los microempresarios capitalinos.


El Despacho Metropolitano promueve el compromiso con el emprendimiento social, con el propósito de hacerlo una herramienta de desarrollo para nuestra ciudad. Así lo afirmó el burgomaestre capitalino en su intervención. "La capital debe ir hacia un modelo productivo que reconozca la coexistencia de muchas escalas, desde la industrial hasta el negocio familiar. Siempre dentro de la lógica de la formalidad, de la generación de empleo estable, dignamente remunerado, reconocido social e institucionalmente. Un modelo que apunte hacia la inclusión, la equidad y la responsabilidad social. Esta tarea exige la unión de esfuerzos entre los sectores públicos y privados, entre organizaciones e individuos, que detecten y aprovechen nuestras potencialidades", aseguró. 

Ledezma insistió en la necesidad de trabajar de forma mancomunada para poder alcanzar los objetivos planteados en el Plan Estratégico Caracas Metropolitana 2020, el cual tiene como una de sus líneas estratégicas hacer de Caracas la Ciudad Productiva y Emprendedora que todos merecemos. "Para comenzar con la reconstrucción de la ciudad, hemos trazado este Plan Estratégico, el cual tiene entre sus ejes una Caracas emprendedora. Por eso es tan importante el trabajo mancomunado entre los distintos factores. Necesitamos un país que le adjudique el lugar correspondiente al valor y a las ideas. Este país lo tiene todo, incluido el talento humano. Aquí necesitamos gobierno que haga cumplir las leyes y estimule la inversión. Necesitamos decirle a la gente que hay que trabajar para vivir, la gente debe saber que puede estudiar, prepararse, emprender, con entusiasmo y disciplina. Cada quien desde su trinchera puede sacar adelante al país. Hay que reinventarse, convertir los obstáculos en oportunidades por el futuro de los caraqueños y de los venezolanos", afirmó Ledezma.

Jorge Roig, presidente de Fedecámaras, insistió en la importancia de trabajar para lograr los sueños de cada uno de los venezolanos. "Un emprendedor es un soñador. No todos los empresarios son emprendedores. Nosotros no conspiramos, nosotros inspiramos. Hemos formado a muchos emprendedores en nuestro programa Aprendiendo a emprender, que es parte del plan progreso y bienestar que impulsa Fedecámaras. Cada empresa abierta es una ventana para la productividad, por eso es importante que sigamos trabajando por más empresa, más trabajo y más productividad", aseguró Roig.

El encuentro tuvo lugar en la sala Teatrex de Fedecámaras y en él participaron más de 300 emprendedores del Centro Simón Díaz, piloto de la red metropolitana del emprendimiento y del programa Club de Emprendedores de Fedecámaras, entre otras organizaciones civiles, comerciantes, universidades, Alcaldías y la banca privada, quienes reforzaron su compromiso con el trabajo coordinado entre todos los sectores para impulsar la creación de empleos formales y fortalecer la economía en la ciudad, dando así un ejemplo de que Caracas puede generar más oportunidades para más caraqueños.

 Hablan los emprendedores

Irina Arraiz, "la cocina de Irina", de El Hatillo, agradeció el aporte de la alcaldía metropolitana para profesionalizar el emprendimiento. "El emprendedor no es un buhonero que anda por ahí viendo qué vende. El emprendedor es un empresario que busca llegar lejos honestamente", expresó.

German Mora, trabajador del Mercado de Guaicaipuro, reiteró la necesidad del trabajo mancomunado para poder rescatar los mercados municipales de Libertador.



martes, 19 de noviembre de 2013

Por una Caracas Productiva y Emprendedora

Este miércoles 20 DE NOVIEMBRE el Alcalde Metropolitano, Antonio Ledezma, los invita al encuentro "Por una Caracas Productiva y Emprendedora" donde diversos actores que impulsan el emprendimiento en Caracas, organizaciones civiles, comerciantes, Academia, Alcaldías, Banca y emprendedores se darán cita para comprometerse en el trabajo mancomunado a fin de favorecer a los emprendedores.




jueves, 7 de noviembre de 2013

Propuesta de Integración Urbana del Centro Simón Díaz con su entorno inmediato

El Instituto Metropolitano de Urbanismo Taller Caracas (IMUTC) de la Alcaldía Metropolitana planteó dentro de sus objetivos el impulsar al Centro Simón Díaz como símbolo de transformación y continuidad urbana, promoviendo la integración social y espacial de la ciudad.

Para alcanzar esta meta, el IMUTC organizó en el período comprendido entre junio y noviembre de 2010, un concurso nacional de diseño urbano para desarrollar, a nivel de anteproyecto, una Propuesta de Integración Urbana del Centro Simón Díaz con su entorno inmediato. Dicho concurso, buscaba propuestas que mantuvieran criterios con especial interés en temas como: sostenibilidad, durabilidad, calidad y preservación del patrimonio.

Concurso

La idea de promover el proyecto a través de un concurso público cumple con el objetivo fundamental de contribuir con la democratización de la construcción de la ciudad. El concurso público se considera un método de participación y de apertura de oportunidades a todos los sectores de la población sin distinción alguna. De esta forma se busca incentivar la  creatividad colectiva y la sinergia entre los proyectistas y la ciudadanía conocedora de sus propias necesidades y principales usuarios de las obras públicas.
 

Propuesta Ganadora

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El jurado calificador evaluó las propuestas recibidas y decidió otorgar el primer lugar a la generada por el equipo AREPA Arquitectura, Ecología y Paisaje C.A, al considerar que cumplía con el objetivo fundamental establecido en las bases del concurso  garantizando adecuadamente la conectividad y accesibilidad entre el Centro Simón Díaz y su entorno urbano, generando una rica secuencia de espacios públicos para la ciudad, dotados de actividad, acompañados de una concepción arquitectónica de calidad.

Memoria Descriptiva y Laminas




Idea y     proyecto:

La IDEA se centra en la consolidación del CSD como articulador de las fuerzas urbanas de su entorno.

A nivel Metropolitano, busca convertirse en referencia desde y hacia el Valle, incorporándola al  sistema metropolitano de  grandes equipamientos de  la  ciudad,  un  circuito de  hitos iluminados será clave para conectarlas. Además, la propuesta busca vincular al CSD a los sistemas de movilidad metropolitana de Caracas: MetroCable y Carretera Petare-Santa Lucía.

A nivel urbano, el CSD sirve como “función bisagra” entre los sectores urbanos que lo rodean. Promoviendo la Habilitación Física de Petare Norte (Plan Cameba 2000) vinculado al reciclaje de los suelos industriales en desuso al este para transformarlos en ciudad equipada y accesible. Adicionalmente la incorporación de un Equipamiento Metropolitano – Terminal de Intermodal Transporte al sur, en el actual botadero de basura, en estrecha relación con el CSD.

A nivel local-vecinal, se cede un ANILLO PÚBLICO PEATONAL al entorno inmediato para recibir todos sus flujos y se construye una arquitectura del paisaje a partir de una serie de JARDINES CONECTORES que relacionarán “La Casa” con “Julián Blanco” en su lugar de mayor animación urbana. En el punto donde ellos se intersectan, ocurre el foco de la nueva centralidad, la PLAZA COTA 1050: balcón hacia el Valle y lugar de confluencia de todos los sectores.

Internamente, la “topografía edificada” y la exaltación de la “sombra verde” servirán para articular patios, bancos, graderías, corredores, programas y recorridos del CSD.

Fases de desarrollo.

La propuesta lleva implícita la posibilidad de construirse por fases para viabilizar además la renovación urbana hasta su escala metropolitana.
  •   Fase 1 – Brazo Este del Anillo. Su intervención se planifica sin afectar otros elementos construidos privados o pertenecientes a algún ente gubernamental.
  •    Fase 2  –  Nuevo Equipamiento Metropolitano –  Terminal Intermodal de Transporte: El cual ayudará a traer a los ciudadanos de toda Caracas, sirviendo como  un  Terminal  Intermodal  de  Transporte  Público  y  Privado  (superficial, metrocable, estacionamiento, peatonalidad, etc,)
  •  Fase  3  –  Consolidación  del  CSD:  Consiste  en  impulsar  la  consolidación  y habilitación integral del CSD, incluyendo todo el anillo, jardines y conexiones.
  •    Fase 4 – Ensanche Urbano: Amparados en los “Decretos de Desconcentración Industrial en el Área Metropolitana de Caracas” y la condición de desuso de las zonas industriales  conexas  al  CSD,  se  propone  su  desarrollo  urbanístico  equipado  y accesible.
  •   Fase 5 – Habilitación Física de Petare Norte: Vinculado a la fase anterior, se permite viabilizar las propuestas recogidas del Plan Cameba 2000.
Estas fases propuestas, podrán flexibilizarse con la idea de adaptarse a las posibilidades de gestión que se logren con los diferentes actores que hacen vida en torno a su dinámica social, productiva y ambiental.

Diseño y gestión comunitaria

Resulta  clave  la  articulación  entre  el  diseño  de  la  propuesta  y  su  gestión  con  las comunidades.
Para ello, hemos relacionado las necesidades de los ciudadanos y criterios de diseño, con la idea de promover la integración del CSD a la dinámica psicosocial del lugar:
  •  NECESIDAD: Preservación de la vivienda como patrimonio que capitaliza a la familia.
CRITERIO: Impactar mínimamente lo construido por las comunidades.
  • NECESIDAD: Equipamientos que eviten largos traslados para servirse.
CRITERIO: Construir una sucesión de “espacios genéricos” y diseñar un plan de gestión de sus programa específicos conjuntamente con las comunidades.
  •  NECESIDAD: Ampliar los niveles de movilidad entre el barrio y sus sectores vecinos.
CRITERIO: Diseño sin barreras de los sistemas de conectividad articulados a las calles, escaleras y conexiones intersticiales del Barrio.
La  SOSTENIBILIDAD nace  del  vínculo  con  la  tierra,  incorporando  variables sociales, económicas y ambientales para reducir la pobreza. Gestión energética y buen uso de los recursos se usan como valor agregado.

 Fases del proyecto

Fases del proyecto Ganador
La propuesta lleva implícita la posibilidad de construirse por fases para viabilizar no sólo la integración del CSD a su entorno inmediato, sino para promover la renovación urbana hasta su escala metropolitana.
  • Fase 1 – Jardines Conectores Julián Blanco
  • Fase 2 – Nuevo Equipamiento Metropolitano – Terminal Intermodal de Transporte
  • Fase 3 – Consolidación del CSD
  • Fase 4 – Ensanche Urbano
  • Fase 5 – Habilitación Física de Petare Norte
Fase 1. Jardines Conectores Julián Blanco y 1er Frente Obras.
La Fase 1 se corresponde al primer frente de obras del proyecto, es decir; la primera actuación para lograr la integración deseada y la cual se piensa y se desarrolla de manera íntegra sobre terrenos propiedad del Centro sin afectar a terceros.  Se compone de dos etapas: la primera que formaliza la conexión vertical entre el barrio Julián Blanco y la cota de terreno 1050 de la casa donde se propone una plaza; y la segunda que vincula este último espacio con el Centro y hacia la Calle Florencia
Etapa 1.
Consistirá en una intervención de carácter eminentemente peatonal que buscará generar la conexión sin afectar ninguna infraestructura o construcción existente, re-definiendo los límites de los jardines del Centro Simón Díaz. La ruta zigzagueante que acompaña la colina hace que la experiencia de aproximación sea un acto de integración entre el usuario, la comunidad y su entorno; esta se realiza mediante un sistema de rampas con pendientes amigables que permiten que la movilidad se logre de manera fluida y sin barreras convirtiéndose en más que un sitio de paso, en un espacio público vertical que conecte ambos paisajes urbanos: Barrio Julián Blanco y Centro Simón Díaz. En la actualidad se ha culminado el proyecto de ingeniería de detalle de la Etapa 1 y se encuentra en proceso de licitación para su posterior construcción.



Etapa 2.

Consistirá en el ordenamiento y adecuación de los jardines con los que cuenta el CECASD para permitir la accesibilidad desde la plaza establecida en la cota 1050, que gracias a la Etapa 1 permite  el acceso al Centro desde el barrio, hasta dos puntos específicos del Centro: hacia el portón de la entrada a la casa, ubicado al final de la Calle Florencia, permitiendo la consolidación de una calle vehicular pero con carácter blando propio de una arquitectura del paisaje y hacia el CECASD a través de la adecuación de las caminerías entre él y la plaza, facilitando la conectividad con esta última mediante un tránsito exclusivamente peatonal y de recorrido lento ligado a la actividad recreativa. En la actualidad esta etapa es objeto de estrategias para generar su proyecto de ingeniería de detalle al igual que la Etapa 1.

 Fuente: http://www.imutc.org/sitio/?s=centro+simon+diaz